Acerolo blanco

Nombre científico: Crataegus azarolus

Nombres populares: Acerolo, acerola, acerollera.

Variedad: Blanco

Familia: Rosáceas

Origen: Oriente Medio, sur de Europa y norte de África.

Generalidades: Árbol o arbusto de lento crecimiento, con hojas obovadas divididas y con márgenes dentados.

Características: Árbol de estopa basta con aristas que crece hasta los 4 ó 5 metros. Las hojas son caducas de color verde brillante y de color grisáceo por el anverso. Se considera de lento crecimiento. 

Flores: Las flores son blancas reunidas en corimbos.

Frutos: El fruto, el acerolo es esférico, de unos 1 a 2 centímetros, de color verde claro, la pulpa que presenta es carnosa y tiene 3 semillas. Cuando el fruto está a medio desarrollar se deben instalar trampa con cebo atrayente para moscas del mediterráneo, con esta lucha biológica evitaremos que la mosca críe larvas en el interior de los frutos y los pudra.

Floración: Se produce  en primavera, dan mucho color al jardín y presentan un agradable perfume. Cuando se produce la floración, el árbol nos indica el fin del invierno.

Multiplicación: Por semilla y estaca y posteriormente se injertan con la variedad.

Patrón: Espino blanco.

Iluminación: Con la ayuda de la poda, deberemos dejar las ramas con una buena iluminación para mejorar la calidad de los frutos.

Temperatura: Frutal que resiste tanto altas como bajas temperaturas. Los frutales necesitan horas de frío para mantenerse en reposo y así hacer frutos de calidad.

Trasplante: Para plantar un árbol frutal en bolsa deberemos retirar la bolsa de plástico, puesto que es meramente protectora. La malla que encontramos posteriormente no hay que quitarla, ya que está colocada a conciencia para ayudar al enraizamiento del frutal y es biodegradable.

Suelo: El suelo debe estar fértil y drenado para garantizar el correcto desarrollo del árbol. Para ello nos ayudaremos de los abonados.

Riego: Los primeros años a un árbol frutal no le debe faltar agua, luego se puede ir reduciendo aunque siempre habrá que regar de forma regular y con más abundancia en épocas más cálidas y menos en las frías. El sistema por goteo garantizará el correcto riego de los frutales. 

Abonado: Si se cultiva en contenedor, cada mes es suficiente con un abono universal líquido. Para plantar en el jardín, deberemos aportar materia orgánica en la primavera junto con un abono mineral nitroflower, y una segunda aportación de nitroflower al terminar el verano.

Podas: Es conveniente podar los árboles frutales cada año. Hay que quitar las ramas improductivas, molestas, secas y chupones (ramas muy verticales) para mejorar la iluminación y aireado del mismo y que los frutos salgan con gran tamaño y calidad.

Plagas y enfermedades: Los tratamientos se deben aplicar nada más se identifiquen los problemas. Así será conveniente tratar las enfermedades fúngicas como el oídio, mildiu…  y también las plagas como las orugas, arañas, cochinilla, pulgón…