Narciso

Nombre científico: Narcissus

Nombre común: Narciso, trompeta.

Familia: Amarilidáceas

Origen: Europa, África septentrional, Asia.

Generalidades: Los narcisos son los bulbos más conocidos y cultivados, y para muchos son el verdadero anunciador de la llegada de la primavera. Cultive los narcisos en parterres y arriates, en roqueros o tiestos y jardineras al aire libre.

Características: Todas las especies tienen un bulbo, del cual parten las raíces y una mata de hojas lineares, erectas, normalmente de color gris-verdoso, o cilíndricas y de color verde oscuro.

Flores: Su color más conocido es el amarillo, aunque también hay flores con tono blanco, crema, naranja y rosado. Pueden ser simples o dobles, de pequeño o gran tamaño (entre 7-50 cm).

Floración: Primavera.

Multiplicación: Normalmente se utilizan los bulbos secundarios y los bulbillos, que se deben separar en otoño y plantar inmediatamente en un parterre aparte para que crezcan.

Tamaño planta adulta: Puede alcanzar de 8-15 cm a 50-70 cm.

Iluminación: A los narcisos les gusta la semisombra, aunque también soportan el sol directo.

Temperatura: Todas las especies son, en general resistentes. Sólo algunas variedades pueden dañarse con el frío, por ello es necesario extraer los bulbos en otoño para resguardarlos del hielo del invierno y replantarlos en primavera.

Trasplante: Se deben plantar a una profundidad de 10 a 20 cm, dependiendo de las dimensiones de los bulbos.

Suelo: Debe estar bien drenado, fértil, compacto y fresco.

Riego: Si el clima es muy caluroso será necesario regar frecuentemente para que los bulbos crezcan con normalidad. Mantener la humedad en la tierra.

Abonado: Enriquecer el terreno con un abono orgánico a la hora de enterrar los bulbos.

Podas de mantenimiento: La podredumbre de los bulbos puede estar provocada por enfermedades fúngicas.