Voy a explicarte algunas de las posibles razones por las que una planta no te dará las flores que estabas esperando. Tal vez creas que tienen todo lo que necesitan, pero son muchos los factores que pueden incidir negativamente. Vamos a repasarlos.
A lo mejor te estás preguntando ahora mismo ¿qué es lo que le está pasando a mi planta? la mimas, la cuídas con esmero y sin embargo ésta no florece. Hay muchas causas por las que una planta no llega a producir sus flores; o si lo hace, las muestra con recelo.
Una de las principales causas es la falta de luz.
Antes de nada hay que reseñar que cada especie tiene sus propios requerimientos – solo se puede generalizar hasta cierto punto-. Se han de tener presentes, entre otros, la cantidad de luz, el tipo de suelo, los nutrientes, el agua o la temperatura que alcanzan a tolerar. Si eludes sus necesidades más básicas, es muy probable que el ejemplar malviva o incluso muera. Por supuesto no esperes que te florezca.
1- LA FALTA DE LUZ: La carencia lumínica para las plantas (algo frecuente en interiores). La luz es lo que hace posible la fotosíntesis, ya lo sabes. Mediante este fenómeno las plantas son capaces de fabricarse su propio alimento. Les basta combinar el carbono atmosférico con el hidrógeno del agua para formar las cadenas de hidratos de carbono que tanto precisan. En consecuencia, si la luz les fuera insuficiente, quedarían faltas de energía y estas se verían mermadas en sus funciones más básicas. Una floración escasa o nula será una reacción lógica en cualquiera de los ejemplares afectados. Concentrarían sus reservas en lo más preciado para su supervivencia. Las flores serían un lujo innecesario.
En una situación prolongada de privación, la vida de la planta correrá, por lo tanto, serio peligro. Si las plagas o enfermedades no vencen su mínima resistencia, acabará pereciendo por el agotamiento de sus reservas.
El alargamiento exagerado de sus tallos, buscando con desesperación la luz, es quizás uno de los síntomas más comunes y logrará darte pistas de lo que allí está pasando. También el crecimiento desigual, orientado hacia una ventana u otra fuente de luz es un buen indicativo. No dejes que la situación se perpetúe o las hojas comenzarán a perder su color y acabarán en el suelo.
Te ha de quedar claro que no hay una cantidad de luz estándar para todas las plantas. Según su biología, cada especie gusta de una cuota diferente en horas o intensidad. Bien sea en el exterior o en el interior de tu vivienda, debes conocer sus preferencias antes de buscarles su ubicación definitiva.
2-CARENCIA DE NUTRIENTES: Por la misma razón que lo anterior, la carencia de minerales es otra de las causas por las que una planta produce menos cantidades de flores. En concreto la falta de fósforo y potasio puede acarrear un retraso en la floración o que éstas sean de escaso tamaño o calidad. También repercutirá en el futuro crecimiento del fruto. Los excesos de abonado tampoco son deseables. Demasiado nitrógeno- mineral encargado entre otros, del crecimiento- podría inhibir la floración a costa de un desarrollo exagerado de la planta. Tendrías un ejemplar con brotes constantes, pero sin flores. Para colmo sus tejidos anormalmente tiernos, serían un bocado exquisito para el pulgón y otras plagas.Si has de aplicar abono en plantas de flor, utiliza el que no promueva tales circunstancias. Aquel con una proporción baja de nitrógeno en relación al fósforo y al potasio será el más indicado, ya que facilitará la floración y no a la inversa.
Igual de importante que la existencia de sales minerales es el hecho de que se encuentren en situación de ser asimiladas. El ph inadecuado del suelo es otra de las razones por las que una planta suele padecer carencias.
Dejando de lado algunas excepciones, como las plantas acidófilas o las amantes de los suelos alcalinos, el rango de ph entre 6,5 y 7 es el más comveniente. Este ph, considerado neutro para las plantas, es perfecto para la gran mayoría – con el que se da la mayor disponibilidad de nutrientes-.
RIEGO INADECUADO: No hace falta decir que el déficit de agua tampoco es deseable, ni para su floración ni para la planta en general. Un riego exiguo supondría el debilitamiento de la planta, la pérdida de sus flores y tambíen de las hojas, o peor aún, su muerte. ¡ cuidado! pero por evitar quedarte corto, no debes ahora pasarte. Solo conseguirás pudrir las raíces o favorecer la proliferación de hongos. Debes regar en su justa medida.
PODA INCORRECTA: La poda en un momento inoportuno es otra de las circunstancias que suele llevar al traste con la floración. Te comviene saber las fechas en que florecen tus plantas, así como dónde se forman las yemas florales, antes de aventurarte con las tijeras.
Pondremos el caso de la Hortensia, por ejemplo, que florece en los tallos del año anterior, debería podarse en otoño o justo despues de marchitarse sus flores – mejor incluso que a finales de invierno-, Si no te arriesgas a que, llegado el momento ( primavera y verano), las esperadas flores no aparezcan o lo hagan escasamente.Con tal panorama podría pensarse que, ante la duda, lo mejor es la inacción. Sin embargo, en la mayoría de plantas en flor- como rosales, jazmines o las anteriores- conviene al menos la supresión de las ramas viejas- ya que no van a florecer- y por descontado la eliminación de las flores ya marchitas, cortando al menos un par de yemas por debajo.
Si de paso » aclaras el interior del arbusto», conseguirás además que entre más luz y por lo tanto obtendrás mayor floración.
EL FRÍO: Las heladas tardías son las grandes enemigas de muchos frutales. Es el caso por ejemplo de almendros y ciruelos. Estos árboles , precoses en cuanto a su floración – lo hacen antes de que apaezcan sus hojas -, son castigados con frecuencia durante la primavera por las bajas temperaturas. Si el clima donde vives es proclive a las heladas – incluso entrado ya el mes de abril-, es mejor que escojas variedades de flores menos tempranas; si no, las perderan o resultarán dañadas.
Además de la especie o la variedad, la latitud y las condiciones meteorológicas también son determinantes. No es lo mismo si te encuentras en la zona mediterránea y próximo a la costa que en el norte o centro de la península. Las flores aparecerán con hasta semanas de diferencia.
Otra cuestión es la exigencia de ciertas especies, como por ejemplo los cerezos, de acumular horas de frio. Si no suma alrededor de mil horas por debajo de los 7 grados centígrados durante el invierno, las flores escasearán al llegar la primavera.
PLAGAS Y ENFERMEDADES: Ya has visto que una planta débil, por cualquiera de los motivos, tendrá más dificultades para florecer. Por supuesto, las plagas o enfermedades pueden ser participes de ese decaimiento. Y, si no, acabarán aprovechándose de el. Ya conocerás el refrán a: «a perro flaco, todo son pulgas».En este caso no serán pulgas sino pulgones, cochinillas, moscas blancas, arañas rojas o trips, los que atacarán sin dudarlo los botones en formación; junto a otras partes tiernas de la planta. Soluciónalo de forma sencilla aplicando jabón potásico o aceite de Neem.
Los hongos, como el oidio o la botritis, también podrían aparecer- con temperaturas en ascenso y tiempo húmedo-, provocando diversos daños, entre otros, que las flores se pierdan. En este caso deberías atajar el problema con un fungicida polivalente.
LA EDAD DEL EJEMPLAR: También merece la pena que nos preguntemos si sencillamente el ejemplar no será demasiado joven o tal vez haya llegado a su senectud. Las plantas como otros seres vivos tienen sus tiempos y, dependiendo de la especie, tardan más o menos en » entrar en floración».
El asiento de la suegra( Echinocactus grusonii), por ejemplo, es de los que disfruta haciéndose esperar. Una vez germinado, tardará más de quince años en florecer
AUSENCIA DE FLORACIÓN: Si la planta no florece ¡ cámbiala de lugar!. Ya sea en macetas o directamente en la tierra, si has intentado de todo y la planta sigue sin florecer cambia su ubicación porque la planta no está teniendo todas las condiciones que necesita para poder culminar con su ciclo y florecer.
CURIOSIDADES , PARA QUE LAS PLANTAS FLOREZCAN MÁS:
Algunas plantas como la Clivia deben permanecer en tiestos o macetas chicas, con las raíces apretadas para mejorar la floración. Otras como el cactus de navidad o Schlumbergera, necesita 12-14 hs de oscuridad, 4-6 semanas antes de florecer y algunos cactus les favorece unas semanas de frío para dar flor.
ALGUNOS CONSEJOS:
Elección: A la hora de comprar, elige ejemplares con muchos tallos, mientras más tallos tenga una planta, más flores producirá.
Cuidados: Despunta con frecuencia los tallos a medida que van creciendo. De cada rama que despuntes saldrán dos tallos nuevos y producirán más flores.Cuando veas aparecer los capullos florales, elimina uno de cada tres, los que queden producirán flores más grandes y duraderas. Retira las ramas en cuanto se empiezen a marchitar, así la planta no gastará energía en esa parte dañada y se concentrará en desarrollar nuevos capullos.
Si pulverizas la planta para refrescarla, no mojes las flores pues durarán menos. Trata siempre de mojar sólo el tallo.