La luna tiene una gran influencia sobre nuestras cosechas.
Cuando podamos nuestros frutales con la luna vieja de enero, observaremos que no brota y no crece lo rápido que si podamos en otras épocas.
Lo que si hace y es muy beneficioso para nuestro jardín es que una poda en luna vieja en enero, hace que nuestros frutales producen mucha más cantidad de fruto y de mejor tamaño.