El material para preparar el substrato del cepellón se debe mezclar siguiendo unos criterios particulares para impedir que se deshaga en el momento del trasplante, pero tampoco tiene que ser compacto, ya que dificultaría el desarrollo de las raíces y el crecimiento de la planta:
El substrato utilizado para preparar el cepellón conviene, por tanto, que sea rico en humus y en limo. Si el recipiente que contiene la plántula es de plástico o de arcilla, se pone boca abajo la planta sujetando con la palma de la mano el cepellón, se dan unos golpecitos y la planta saldrá del recipiente. Podemos observar las raíces: Si giran alrededor del cepellón y son blancas y numerosas, se evidencia la salud de la planta, y puede ser trasplantada sin problemas. Si las raíces son frágiles y oscuras, hay razones para creer que la planta ésta enferma. La tierra del entorno se aprieta y se riega en abundancia. Si se utilizan vasos de turba o de cartón que se descomponen lentamente, hay que tomar la precaución de enterrarlos completamente para impedir que se resequen, que se vuelvan duros y favorecer que la planta los atraviese y se expanda con sus raíces. En caso contrario, las raíces saldrán a la superficie para evitar el obstáculo, lo que provocará un deterioro de la planta.