El abonado de un bonsái se realiza siempre en las épocas de crecimiento del mismo. Generalmente estas épocas corresponden con la primavera y el otoño, aunque para árboles de origen tropical habríamos de incluir también el verano, A estos últimos si les procuramos protección invernal y siguen activos durante esta época también los abonaremos.
Tras la brotación primaveral, en el momento que las nuevas hojas ya han madurado, el árbol estará preparado para sintetizar los abonos que le aportemos. Abonar antes de este momento es inútil a la vez que perjudicial.
Asimismo abonar en momentos en que el árbol es incapaz de utilizarlo, como después de un trasplante, un defoliado, o en casos de extrema debilidad, puede llevar a la muerte del mismo.
Abonar durante la floración puede provocar la caída de las flores.
Habremos de tener en cuenta que es más perjudicial para un árbol un exceso de abono que una falta del mismo y que la época mas importante para aportárselo es el otoño, momento en que el árbol acumula reservas para poder pasar el invierno y para efectuar una brotación vigorosa la siguiente primavera.
Podemos distinguir dos tipos de abonado:
-Químico: se trata de abonos de síntesis, pueden ser de liberación lenta o rápida. Podemos encontrarlos con diferentes formulaciones, preparaciones y modos de empleo. Un exceso en las dosis puede traer graves problemas.
Nutribonsai de Mistral es un abono de este tipo en forma líquida, de rápida liberación, de fácil uso y que a las dosis indicadas por el fabricante no presenta ningún problema en su aplicación. Se diluye un tapón del mismo envase en un litro de agua, y con el líquido resultante se riega el bonsái. Las aportaciones deben ser regulares, con una asiduidad semanal en las épocas de mayor crecimiento, reduciéndose a una aplicación mensual en los momentos de menor actividad.
-Orgánico: se trata de abonos obtenidos de la mezcla de productos naturales como: harinas de soja, decolza, de huesos, pescado o sangre. Son de lenta liberación.
Generalmente deben sufrir una fermentación antes de poder ser asimilables por las plantas. Hanagokoro es de este tipo, aunque hay alguno de ellos como Biogold en que este proceso ya ha sido realizado antes de su envasado. Su presentación es en forma de píldora o gránulos, que se depositan sobre la superficie de la tierra, y son activados por la humedad aportada con los riegos. Con ellos es prácticamente imposible dañar a la planta por exceso. Tienen una duración aproximada de un mes.