Definiremos el pinzado como la poda o corte efectuados sobre ramas jóvenes del crecimiento del año. Generalmente se tratara de las ramas terciarias. Es una poda complementaria, y sirve para mantener la formación del árbol a la vez que obtenemos más ramificación. Con el pinzado equilibramos la fuerza de los brotes, frenando los más fuertes y favoreciendo los débiles (generalmente los interiores). Generalmente se efectúa con tijera (MEKIRI), aunque en arboles ya formados, que deseemos mantener la silueta o espesar lo efectuaremos con los dedos (METSUMI).
Época
Se efectúa a lo largo de toda la época de crecimiento (primavera, alargándose hasta principios de otoño dependiendo de la latitud y de la especie con que trabajemos)
Técnica
- Mekiri:Dejaremos crecer el brote hasta que tenga 6 hojas (o pares de hojas, si estas son opuestas); o más (dependiendo del grosor de rama que deseemos obtener), pinzando a 2-3 hojas(o pares) considerando la dirección de la última, ya que esta será la nueva dirección que tomara la guía de la rama.
- Metsumi: Con las puntas de los dedos iremos arrancando las puntas tiernas de la nueva brotación cuando esta todavía no se ha alargado, dejando únicamente un par de hojitas.
Observaciones
La herramienta que utilizaremos para efectuar el pinzado será una tijera más fina que la de poda, ya que se trata en este caso de ramas de menos grosor. Es una herramienta indispensable para el mantenimiento del bonsái y de la que haremos un gran uso, por lo prolongado del periodo de pinzado y la gran cantidad de ramas a cortar. Aquí también disponemos de varias medidas de 10 a 20 cm. Su forma es más alargada para tener acceso hasta los brotes más interiores de la copa. Existe una tijera hibrida entre la de poda y la de pinzado con la que además podremos cortar ramas más gruesas. Con los pinzados obtendremos una gran densidad de ramitas, que deberemos ir aclarando para ordenar y permitir el paso de la luz y el aire, previniendo así de plagas y enfermedades.
PODA (SENTEI)
Entendemos por poda el corte de ramas del crecimiento de años anteriores, a diferencia del pinzado en que lo hacemos sobre ramas jóvenes, también llamada poda en verde. La mayoría de árboles que utilizamos para bonsái responden muy bien a las operaciones de poda, siempre que estén vigorosos por un buen abonado anterior, rebrotando incluso en madera muy vieja y raíces.
Época
La mejor época para practicar una poda, es aquella en la que podemos obtener una rápida respuesta del árbol. En la medida de lo posible escogeremos la primavera, momento en que el árbol despierta del letargo invernal (dependiendo de la latitud) con reservas acumuladas durante el otoño dispuestas a movilizarse para la brotación. Es en ese momento, que identificaremos con el hinchamiento de yemas, cuando el árbol puede hacer frente a una rápida cicatrización de las heridas, evitando así la entrada de parásitos por las mismas. Asimismo, en algunos árboles, existe una segunda época de poda a finales del verano, cuando el árbol renueva su actividad tras el letargo estival.
Técnica
- Tronco: Para la formación del tronco puede utilizarse la poda drástica, obteniendo buenas disminuciones del calibre del mismo a la vez que creamos cambios de dirección mas naturales que con el alambrado. Con este fin, tras la misma, seleccionaremos un brote bien situado de los muchos que aparecerán cerca de la zona de corte. Escogeremos uno vertical y en dirección contraria al tramo anterior si lo que queremos obtener es un «moyogi» (vertical informal), o en la misma si lo que pretendemos es crear un árbol «chokan» (vertical formal) o «shakan» (inclinado), el cual dejaremos crecer hasta obtener el calibre adecuado. Esta rama será la que promueva la cicatrización del corte, por tanto debemos de considerar el momento de su poda, atendiendo al cierre de la herida. Lo ideal sería hacerlo cuando esta haya cerrado al menos en un 75%. Con esta técnica, (siempre que le dispensemos los cuidados adecuados: emplazamiento, riego y abonado), en poco tiempo obtendremos un tronco con la línea y conicidad adecuadas hasta el ápice y sin heridas visibles, si hemos respetado los plazos necesarios para el cierre de las mismas.
- Ramas primarias: Al igual que con el tronco, para obtener mayor naturalidad, las ramas primarias deberíamos construirlas por medio de la poda. La técnica es la misma, «dejar crecer y cortar», seleccionando brotes a derecha, izquierda, superiores o inferiores, en las podas sucesivas, para variar la dirección y el movimiento deseados para la rama. La única diferencia será que ahora trabajaremos en sentido horizontal.
- Ramas secundarias: Estas seguirán el mismo método de poda que las ramas primarias, aunque aquí podemos hacer uso también del alambre para corregir su dirección y ángulo de salida.
Observaciones
Para asegurar la rápida cicatrización de los cortes, utilizaremos herramientas bien afiladas, practicando un corte limpio y evitando desgarros en el tejido cambial. La tijera de poda se utiliza para el corte de ramas de gruesas. Sus medidas pueden variar de 19 a 25 cm. Las herramientas podadora y vaciadora para bonsái están diseñadas para efectuar un corte cóncavo, el fin del cual es dejar un espacio para que al crecer el callo de cicatrización no deje abultamientos en el tronco. Existe también una herramienta hibrida entre la podadora y la vaciadora cuyo uso es muy versátil. Hay diferentes medidas de herramienta dependiendo del grosor de la rama a cortar. La medida habitual es de 20 cm., llegando hasta 30 cm. para troncos o ramas muy gruesas, también se hallan en 17 cm. para su uso en bonsái de tamaño pequeño. Debemos evitar forzar las herramientas cortando ramas excesivamente gruesas para su medida, efectuando varios cortes si es necesario para rebajar. También podemos utilizar una sierra para el desbaste, puliendo luego el corte con la vaciadora. Con el uso de una pasta selladora protegeremos el corte de la perdida de humedad y la entrada de parásitos. Es recomendable el uso de selladoras especiales para bonsái por su facilidad de manejo y acabado estético.