EL bonsái está considerado como una de las plantas más difíciles en cuanto a sus cuidados. Ya que podríamos formularnos miles de preguntas como: cada cuanto riego, cuando se debe podar y como.
La verdad es que simplemente con prestarle un mínimo de atención y seguir unas pautas simples podemos disfrutar de nuestro bonsái durante un periodo de tiempo inimaginable.
El riego:
La manera más práctica de saber cuándo regar nuestro bonsái es introduciendo un poco el dedo en la tierra y comprar el nivel de humedad. El riego varía mucho con respeto a cada variedad aunque la media estimada es regarlos cada dos días, es decir; día sí y día no. Es conveniente regar con una regadera de caudal lo más fino posible para no salpicar la tierra y así asegurarnos de una absorción del agua óptima. Regaremos hasta que salga el agua limpia por los agujeritos de drenaje del interior de la maceta.
La poda.
Cada especie se debe de podar dentro del proceso vegetativo que reposan es decir en el invierno. Podaremos cada brote nuevo dejando cada tallo a dos hojas alineadas, así conseguiremos mantener la estética que ya traía nuestro árbol. Al principio de la primavera se puede retomar la poda drástica, es decir; eliminar las ramas que nos molesten la vista perfecta del árbol o las que crezcan en sentido contrario a la orientación del bonsái.
Es conveniente trasplantar el bonsái cada 2 o 3 años, (esto varía mucho respecto a la especie que tengamos). En el nuevo tiesto deberemos aplicarle una ligera base de piedra o arcilla para facilitar el drenado, y la tierra la mezclaremos con akadama o piedra volcánica,. Lo más normal es una mezcla del 50% de akadama y 50% turba de bonsái. Si cuando el bonsái este trasplantado observamos que no se nos mantiene en pie, podemos atarlo a la base de la maceta con alambre para alambrar bonsái.
El alambrado.
El alambrado es una técnica que sirve para dirigir las ramas donde creamos que deben de ir para así cambiar la estética y vista de nuestro bonsái. Se alambra a la entrada del otoño dejando el alambre de 3 a 4 meses, así cuando lo retiremos observaremos que la rama alambrada ya está situada en el sitio donde queríamos.
Abonado: Con una aplicación de abono foliar al mes es suficiente, aunque deberemos aplicarle un abono como es el bio gold para así ayudar a desarrollar buenas y fuertes raíces, ya que la base del bonsái (nevary) está considerado como la belleza del bonsái, aunque claro esta tiene que estar en perfecta armonía con el resto del árbol.
Plagas: Para combatir las plagas será suficiente con aplicar cada mes un triple acción específico para bonsái.
Los bonsái son árboles en continuo crecimiento así que estas tareas se deberán seguir aplicándose durante todos los años.
Siguiendo estas pautas es seguro que nuestro bonsái crecerá fuerte, sano y bonito.