Las hojas arrugadas pueden ser por el pulgón o por la abolladura.
La poda no influye.
Es conveniente sulfatar un tratamiento preventivo para el pulgón y la abolladura en el invierno.
Después se tiene que realizar otro tratamiento cuando el árbol esté brotado y se den las circunstancias apropiadas, es decir, normalmente después de una lluvia.
Se trata con fungicida de cobre los hongos y con insecticida sistémico contra el pulgón.