Después de las heladas del invierno, a finales de febrero y dependiendo del lugar y las temperaturas, tenemos que ayudar a nuestras plantas, ya que habrán sufrido mucho.
Si las hemos protegido de las heladas y de los fuertes vientos, hay que empezar a quitarles la paja, cartones, las campanas que las aíslan del frío…
Una vez lo hayamos quitado todo, debemos realizar dos cosas esenciales:
Es una manera de ayudar a nuestras plantas, para que broten con más fuerza y estén más bonitas en primavera.