Llega el buen tiempo, empezamos a cambiar nuestro armario, empezamos a ponernos colores más alegres… y sí, todo eso para despedirnos del invierno y dar la bienvenida a la primavera, llena de alegría.
Nuestras plantas de interior, saben que con la llegada de la primavera, deben de empezar a brotar, a sacar sus flores; es el momento perfecto para hacer cambios en ellas.
Una de las cosas que debemos de hacer, es trasplantarlas a macetas más grandes. Además, si queremos facilitar el riego de nuestras plantas, podemos optar por trasplantarlas a macetas de autorriego.
Las macetas de autorriego son una gran opción, para aquellos que no tienen mucho tiempo o no quieren preocuparse por el riego diario de sus plantas.
Estas macetas tienen un sistema de riego integrado, que permite que las plantas tomen la cantidad de agua que necesitan, sin necesidad de regarlas todos los días.
El primer paso para trasplantar nuestras plantas a macetas de autorriego, es elegir la maceta adecuada. Es importante seleccionar una maceta que sea lo suficientemente grande, para acomodar el tamaño de la planta y que tenga un sistema de autorriego adecuado. También es importante, elegir una buena maceta de auto-riego con un buen drenaje, para evitar que las raíces se pudran por un exceso de agua.
Una vez elegida la maceta adecuada, es importante preparar la planta para el trasplante. Para ello, debemos retirar la planta de su maceta actual (con cuidado) y separar suavemente sus raíces. Si las raíces están muy enredadas, podemos podarlas ligeramente, así estimularíamos el crecimiento de nuevas raíces.
A continuación, debemos colocar un poco de sustrato con drenaje en el interior de la nueva maceta, hasta ver que la planta queda a la misma altura que en su maceta anterior. Después, debemos de rellenar el resto de la maceta con sustrato y compactarlo ligeramente, para asegurarnos de que la planta quede bien sujeta.
Una vez que hemos terminado de trasplantar nuestras plantas, debemos de regarlas, hasta llenar el depósito de agua de la maceta de autorriego y colocarla en un lugar con suficiente luz y buena ventilación.
Con éste tipo de macetas (las macetas de autorriego), debemos estar atentos a la cantidad de agua que hay en el depósito y rellenarlo cuando sea necesario.
En definitiva, trasplantar nuestras plantas de interior a macetas de autorriego, es una buena opción para aquellas personas que quieres facilitar el cuidado de sus plantas.
Recuerda: es importante seleccionar la maceta adecuada para cada planta, y preparar bien la planta para el trasplante, para asegurarnos de que crezca fuerte y sana. Con un poco de atención y cuidados, nuestras plantas de interior pueden lucir espectaculares ésta primavera.