Para una buena floración de las plantas, aunque el sustrato del jardín sea rico, las plantas en flor necesitan más nutrientes que las plantas verdes, por eso hay que abonarlas con un abono para plantas de flor, rico en fósforo y potasio, con el que se consiguen colores más vivos e intensos.
En primavera y verano, al aumentar el riego, los nutrientes se pierden con más facilidad, así que, hay que abonarlas cada dos o tres semanas.
Le informamos de que los abonos ricos en nitrógeno, no favorecen a las plantas de flor, porque actúan sobre todo en el desarrollo de las hojas.
Ante cualquier duda, consulte su centro de jardinería.