Cada vez son más las personas que recurren a los abonos de origen biológico para “alimentar” a sus plantas, en un perfecto reciclaje. Este tipo de abonos no generan residuos contaminantes ni en su producción ni en su uso y aportan materia orgánica al suelo mejorando su salud, estructura y capacidad de absorción.
Tipos de abonos orgánicos
TURBA:
Mejora notablemente la estructura del suelo, pero no es propiamente un abono orgánico; se mezcla con el sustrato para aportarle mayor esponjosidad e hidroabsorción. Son restos vegetales que se han sometido a una lenta descomposición en condiciones de alta humedad y baja cantidad de oxígeno. Hay principalmente dos tipos de turba: rubia y negra. La primera es de pH muy ácido, por lo que no es apta para todos los cultivos. La turba negra es más próxima a los valores neutros, pero su capacidad de absorber agua es menor, sobre todo una vez desecada.
COMPOST
Es el producto que se obtiene de la descomposición controlada de restos orgánicos, especialmente de origen vegetal. De algún modo intenta imitar el proceso que se lleva a cabo en la naturaleza de forma natural cuando la hojarasca se transforma en humus, esa capa oscura de tierra que se encuentra en la superficie del suelo del bosque. El Comput. Es muy buen abono bio, que restaura el ecosistema microbiano del suelo y mejora su estructura. Pero, sobre todo, es fácil de producir y, además, puede salir gratis.
HUMUS DE LOMBRIZ
Compostaje que se realiza mediante el proceso digestivo de las lombrices. Se trata de un humus limpio, inodoro y suave al tacto, cuyas propiedades se consideran incluso mejores que las del composta doméstico. Se esparce por encima del sustrato removido de las plantas del jardín y tiestos de terrazas y patios. En jardinería kuka lo encontrarás ya elaborado. También puedes producirlo en tu jardín; en ese caso le haría falta comprar la lombrices y un vermicompostador donde llevar a cabo todo el proceso.
ESTIÉRCOL
Era (y sigue siendo en muchas zonas agrícolas) el abono más utilizado hasta la aparición de los agroquímicos. Lo constituyen las heces fermentadas de animales. Presenta altos niveles de nitrógeno, aunque sus propiedades varían mucho según el animal del que proceda y el alimento que consuma: por ejemplo, es de mejor calidad un estiércol de oveja que uno de cerdo estabulado. En el centro de jardinería kuka encontrarás estiércol de caballo madurado al aire libre; es inodoro, sus bacterias se conservan vivas y prácticamente no lleva semillas de malas hierbas.
ABONO VERDE
Consiste en sembrar plantas que luego se voltearán e incorporarán al suelo en forma de abono. Se suelen utilizar especialmente leguminosas, “alfalfa, trébol, guisante forrajero” por que son capaces de fijar el nitrógeno del aire que luego devolverán al suelo cuando sean enterradas, quedando la tierra mullida. También se utiliza la consuelda (Symphytum officinale); esta especialmente indicando para proteger el suelo de la erosión y para recuperar los términos que han perdido su equilibrio biológico tras el uso de fertilizantes químicos.
GUANO
Es el nombre que reciben las deyecciones de aves marinas, cuya dieta basada de pescado hace del guano un potente fertilizante con altos niveles de nitrógeno y fósforo. También se puede conseguir guano de murciélagos.
En jardinería domestica aparece como ingrediente principal de fertilizantes líquidos, varitas fertilizantes y abonos granulados, que actúan como enmienda orgánica durante 40-60 días. Los hay de carácter universal y formulado para grupos específicos de plantas.
HARINAS DE HUESO
Resultan útiles por su alto contenido en fósforo, por lo que se recomiendan para estimular la floración de las plantas. Pero las harinas de hueso tienen un alto contenido en cal, lo que puede alterar el pH del sustrato y dificultar la absorción de ciertos nutrientes; del mismo modo, pueden corregir un pH demasiado ácido. También se elaboran abonos con Astas y Pezuñas; tienen un alto contenido en nitrógeno y son de ciclo largo, por lo que están indicados como abonado de fondo de huerto y jardín.
CENIZAS
Deberán ser siempre cenizas obtenidas de materia orgánica. Contienen altos niveles de potasio, calcio o magnesio, y sin embargo carecen de nitrógeno. Son apropiadas para corregir la excesiva acidez del suelo debido a si pH muy alcalino.