Como defender sus plantas del calor.

DEFIENDE  SUS  PLANTAS  DEL  CALOR

El calor es más acusado en los espacios exteriores orientados a poniente o al sur. En ese caso debes extremar las precauciones en los meses más cálidos del año.

bfi1314911501bLe recordamos que las temperaturas elevadas y la fuerza del sol del verano son siempre una amenaza para la vida de las plantas. Su efecto combinado con la falta de agua provoca una marchitez, muchas veces irreversible, y un golpe de calor puede resultar letal. Además, las quemaduras que los rayos del sol producen en el follaje, no solo afean su aspecto, sino que comprometen también la vida del ejemplar. Aquí le dejamos unos consejos sobre cómo proteger sus plantas de los rigores estivales.

Los efectos más comunes del calor en las plantas son:

  • Marchitez por falta de agua en el sustrato: es el problema más habitual que causan las altas temperaturas del verano, y que se agudiza en los cultivos en contenedor (macetas, jardineras, mesas y bolsas para huerto urbano, bonsáis…). Cuando eso ocurra, debe reponer cuanto antes el agua perdida para evitar que el daño sea irreversible.
  • Golpe de calor: se produce a causa de una subida brusca de la temperatura. Esto provoca que las plantas aumenten rápidamente su transpiración para contrarrestar ese calor. Aveces, aunque el sustrato esté húmedo, la velocidad de la pérdida de agua por las hojas es mayor que la absorción por las raíces. El problema se agrava cuando la humedad ambiental es baja. Un golpe de calor puede acabar con una planta rápidamente, sobretodo si es herbácea, las más sensibles a sus efectos. Sus síntomas son: hojas lacias y caedizas, con aspecto marchito. Para revertir sus efectos, hidrate y refresque la planta lo antes posible con riego y pulverizaciones de agua.
  • Quemaduras en las hojas: por el hábitat del que proviene (selvas, bosques, regiones muy lluviosas) o por haber sido cultivadas en invernaderos o a cubierto, algunas plantas que se emplean en jardinería no soportan el sol directo. Evite exponerlas al sol o habitúelas poco a poco para que puedan resistirlo al aire libre sin quemarse.

 

MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y SOLUCIONES:

  • Riegue con mayor frecuencia: debe aumentar la periodicidad del riego cuanto más calor haga y más directa sea la exposición del sol. Sin embargo, aunque en ocasiones le toque regar abundantemente, siempre debe de evitar el encharcamiento, tan malo o aun peor que la falta de agua.
    • Si el cultivo es en contenedor, recuerde que el agua se agota con mayor rapidez. Además, el sustrato se calienta mucho más por efecto de los rayos del sol, sobretodo si el contenedor es metálico, plástico o de color negro. Debería regar las plantas con una frecuencia bastante mayor (y en menor cantidad) que las que están en suelo.
    • En las horas de más calor no debe de regar, porque si riega el agua de evaporiza; tampoco debe mojar las hojas para evitar que el daño sea irreversible.
    • Instale un sistema de riego programado por goteo y les evitará a sus plantas riesgos innecesarios, especialmente cuando se ausente por vacaciones.
  • No abone en los meses de más calor: en general no es recomendable abonar en las semanas de más calor. En cambio, un buen abonado (no excesivo) durante la primavera contribuirá a que las plantas estén sanas y fuertes y, por lo tanto, resistan mejor las altas temperaturas. Al final del verano o principios de otoño aplique un abono bajo en nitrógeno que las ayude a resistir bien el invierno.
  • Debe acolchar el jardín, los tiestos y el huerto: el acolchado consiste en cubrir la superficie del sustrato con algún elemento que favorezca la retención de humedad y proteja las raíces de las temperaturas extremas. Puede usar corteza de pino o paja limpia en el huerto, o corteza o áridos decorativos en el jardín y los tiestos.
  • Sitúe las plantas en el lugar adecuado: las plantas deben situarse en un lugar apropiado para su desarrollo. Es clave elegir especies y variedades que puedan crecer bien en su jardín o huerto, no solo para que no sufran en verano, sino en general para que crezcan sanas y fuertes. Consulte en su centro de jardinería cuáles son las mejores opciones.
    • Si las cultiva en maceta, tiene la ventaja de que podrá moverlas en verano a una zona más sombreada y fresca (bajo un árbol, la cara norte de un muro…)
  • Utilice toldos y mallas de sombreo: con estos recursos evitará que se quemen las plantas y creará un ambiente fresco, con menor pérdida de agua.
    • En patios y terrazas, los toldos de toda la vida sirven para detener los rayos del sol y proteger sus plantas.
    • En los jardines, los toldos de vela son una buena opción. Suelen ser triangulares o cuadrados y se anclan a las paredes, árboles o unas estacas.
    • Para el huerto, puede recurrir a las mallas de sombreo en los meses más cálidos, un sistema asequible y sencillo de instalar y quitar.
  • Agrupe las plantas: si coloca muchas plantas muy juntas en un rincón, podrá conseguir un ambiente húmedo, por la suma de las evaporaciones de cada una. Es un efecto limitado que no sirve si el calor es excesivo o están a pleno sol, pero funciona muy bien si lo utiliza conjuntamente con otras técnicas: sombreo, acolchado… También lo puede usar con buenos resultados con las plantas de interior.
  • Refréscalas con pulverizaciones o nebulización: para crear un abiente más húmedo y fresco, las pulverizaciones con agua son un buen recurso.
    • En el exterior o espacios grandes, puede instalar un sistema de nebulización. El aire húmedo disminuye notablemente el peligro de un golpe de calor. Debe evitar utilizarlos a pleno sol, ya que podrían producirse quemaduras en las hojas de algunas plantas. También puede recurrir a estas técnicas con especies que realmente lo necesiten.