Cuentan las leyendas que el botánico holandés Karl Ludwig Blume bautizo a la primera especie de Phalaenopsis (Orquídea) en 1825 como “mariposa volando”, ya que esta poseía largas varas florales flexibles, con flores blancas que hacían pensar en mariposas volando. Al describir el género pronto quedo considerada la más majestuosa de las orquídeas. En la actualidad es el género más multiplicado y comercializado de todas.
En poco tiempo los phalaenopsis (orquídeas) se han convertido en plantas muy habituales en nuestras casas.
Es mucha la gente que entra en el vivero y te comenta, que no les viven, o no florecen, que cortan los tallos después de su floración, se les pudren, etc.
Para mi entender las orquídeas phalaenopsis son de las plantas más agradecidas dentro de casa, su floración puede durar casi todo el año con cuidados mínimos.
Los phaleanopsis son orquídeas de climas tropicales y subtropicales, que provienen de invernaderos donde se les da todas las exigencias que suelen tener en su hábitat natural. Muchas de estas exigencias que necesitan las orquídeas se las podemos dar en nuestras casas, ya que no suelen bajar mucho las temperaturas en el invierno, tiene luz sin sol directo y dependiendo del lugar que las coloquemos tienen hasta su humedad.
Su situación: ideal es en un lugar luminoso, sin sol directo, que no baje las temperaturas mucho, aunque para estimular la floración necesita un poco menos de temperatura (sobre 20º), y cuando está en floración (25º-30º por el día).
El riego: es importantísimo en las orquídeas, es la principal causa de muerte. Poseen órganos con reserva de agua, (pseudobulbos, cañas, hojas crasas), de modo que pueden resistir tiempo sin riegos. Un síntoma que te indica que necesita agua es cuando sus hojas empiezan a doblarse.
Entre riego y riego se debe de dejar secar el sustrato, aunque es aconsejable que todos los días a poder ser por la mañana sus raíces aéreas y la parte exterior del sustrato sea mojado con un pulverizador, lo agradecerá.
Si no se puede regar todas las mañanas con un pulverizador os aconsejo colocarla en una maceta con una reserva de agua en la parte inferior para que mantenga esa humedad que necesita. Existen unas macetas ideales para las orquídeas phalaenopsis, transparentes con reserva de agua en la parte inferior.
Su mejor forma de riego es por inundación colocando la planta y el tiesto dentro del agua, con un poco de abono disuelto para orquídeas. Este proceso que dure entre 20-30 minutos y luego dejar que se escurra toda el agua sobrante, notaras que las raíces gordas son como esponjas y que han absorbido el agua. Este riego es aconsejable realizarlo por la mañana. El abono introducido en el agua ayuda a que no sea tan dura y acidifique el agua.
Consejo de Kuka, si abonas en todos los riegos no eches la dosis que te diga en las instrucciones si no la mitad o un tercio a lo indicado.
Observaras que una planta con muchas flores, las necesidades de riego son mucho mayores que cuando no tiene flores.
Los tiestos, para las orquídeas phalaenopsis deben ser transparentes ya que la luz estimula el crecimiento de las raíces. No demasiado grande, ya que en ese caso intentara rellenarlo todo de raíces y no producirá las floraciones que nos gustan tanto.
El substrato debe ser especial para orquídeas o a base de corteza de pino envejecida.
El trasplante a mí personalmente me gusta realizarlo todos los años, eliminado las raíces estropeadas, renovando un poco de tierra y volviendo a dejarlas en el mismo tiesto, ahora bien si no podéis realizarlos todos los años como mucho cada 2 años. Tener en cuenta que las raíces de las orquídeas tienen una duración aproximada de 2 años.
Si observáis que la planta ha crecido en gran manera deberías cambiarla a un tiesto un poco más grande, siempre en relación al tamaño de las hojas. Recordar siempre que el tiesto sea transparente, con reserva de agua y realizarlo siempre después de una floración.
Cuando una orquídea está fea, y con los riegos y abonados no la ves mejorar, entonces debes realizar un trasplante, limpiarle todas las raíces estropeadas, cambiarle parte de la tierra suelta, volverla a colocar en el mismo tiesto y regar por inundación, sobre 20-30 minutos y dejar que se salga luego toda el agua sobrante.
Floración: cuando termina una floración debemos de cortar la hoja por los nudos que haya más debajo de donde ha empezado su floración dejando prácticamente la mitad de la vara, por los nudos volverá a sacar nuevas ramas y en poco tiempo nuevas flores.
Cuando no tenga ninguna rama con flor, a principios de la primavera debes de sacarla a un lugar al aire libre protegida de los vientos, del sol y del frío, le ayudará a sacar nueva varas para su floración.
Cuando una planta tiene mucho estrés, es decir, tiene excesos de calor, riego, sequía, frío, corrientes excesivas de aire, falta de nutrientes, etc., provoca que sus capullos a punto de abrir los eche y no los abra.
A veces en vez de sacar varas con flores saca pequeñas plantas (keikis), estas se deben dejar crecer hasta alcanzar los 3-5 cm. de tamaño y trasplantarlas.
Aunque todo esto os parezca mucho trabajo para realizar a las orquídeas phalaenopsis, si empezáis a utilizarlo comprobareis que es mucho menos trabajo de lo que parece, ya que son plantas muy agradecidas. Yo las comparo a cuando tenemos el primer hijo, que no nos sacamos la pasta de las manos y cuando llega el segundo hijo todo es más sencillo y a la llegada del tercero ya va solo. Pues para mí las orquídeas son como los hijos, las primeras son muy complicadas y conforme va pasando los años, con menos cuidados y atenciones nos funcionan mucho mejor.