1-Riego
El césped es bastante exigente respecto al agua.
Si no llueve, lo habitual es regarlo unas dos veces por semana utilizando para ello unos 20 litros por metros cuadrado. Siempre hablamos de cantidades aproximadas y orientativas, ya que en verano deberíamos regar el césped todos los días.
Hay que evitar regar al mediodía, aproximadamente entre las 12 y las 18, ya que la evaporación es mayor, los hongos se desarrollan más fácilmente y en épocas de mucha calor, regar durante estas horas podría quemar nuestro césped.
2-Abonado
El mejor momento para abonar es a finales de invierno-comienzos de primavera.
En la primera abonaríamos con humus líquido para reactivar los micronutrientes en el suelo. Durante los meses de primavera y verano utilizaremos un abono completo, que nos dará los nutrientes necesarios para que el césped esté más vigoroso y con un verde más intenso y ya para los días más calurosos del año podemos aplicar un abono que le ayude a combatir estas temperaturas adversas y lo utilizaremos cada dos semanas.
3-Poda
El césped se corta muchas veces al año, así se evita que le salga espiga y se marchite y con cada corte se fortalece para que cree un suelo más tupido. Debe cortarse siempre que alcance los 10 cm. de altura y lo dejaremos con una altura de 2-3 cm. En épocas de climas extremos se suele dejar un poco más largo para que se proteja a sí mismo de las inclemencias del tiempo. En verano se podará con más frecuencia que en invierno, ya que en invierno se encuentra en parada vegetativa y deja de crecer.
4-Tratamiento
Resiembra, aireado y escarificado.
Resiembra: Eliminamos hojas y raíces secas y rastrillaremos la tierra hasta una profundidad de 15 cm para después sembrar sobre el césped que ya estaba anteriormente.
Aireado: A veces ocurre, sobre todo tras el verano, que el suelo se compacta y se queda más duro, impidiendo el correcto crecimiento radicular del césped, para ello utilizaremos alguna herramienta de jardín, preferiblemente una horca de jardinería, la cual clavaremos en el suelo a una profundidad de unos 10cm. para de esta forma airear el suelo.
Escarificado: Se trata de generar unas «heridas» en el suelo que harán que podamos quitar mejor las malas hierbas, hongos, etc. y así también aireamos y descompactamos la tierra cuando ha perdido porosidad y por lo tanto dificulta el crecimiento de las raíces del césped.