La Calathea

Calathea

Esta planta se caracteriza por sus bonitas marcas y por la amplia gama de formas de sus hojas: redondas, ovaladas o con forma de lanza. Sus hojas purifican el aire y se asocian con los tallos de la planta permitiendo el movimiento. Por la noche, cuando se vuelve oscuro, sus hojas se cierran y podemos escuchar como lo hacen. Al día siguiente, con la luz, sus hojas se abren de nuevo.

Crece en bosques tropicales, en condiciones cálidas y húmedas.

Cómo cuidar las Calatheas

Las calateas tienen dos exigencias básicas: luz atenuada y una atmósfera húmeda, como en el ambiente de la jungla del que provienen. Garantizadas estas dos condiciones darán lo mejor de sí. Puedes colocarlas en los sitios menos luminosos de la casa, donde, además de adornar, ejercerán de filtro purificador de sustancias volátiles perjudiciales.

Limpieza: Si se acumula polvo sobre las hojas se ha de limpiar con un paño suave humedecido con agua, nunca con abrillantadores. Las hojas secas o amarillentas se deben eliminar cuanto antes.

Necesidades de las Calatheas

Iluminación: Búscales un sitio en semisombra o sombra. El exceso de luz no les gusta y mucho menos el sol directo, que les provoca quemaduras.

Temperatura:  No soportan el frío, pero tampoco el exceso de calor, sobre todo si es seco. Su temperatura ideal es entre 15 y 23º; no debería superar los 28˚ ni bajar de 5º, su límite de tolerancia al frío (zonas 11-12). Sufren con los cambios térmicos bruscos y las corrientes de aire.

Humedad ambiental: Exigen un alto grado de humedad en el ambiente, caso contrario las hojas se enrollan y acartonan. Para ello será preciso humidificar el follaje con regularidad o instalar un humidificador. Colocar la maceta sobre un plato con agua y guijarros también ayuda. Es importante mantenerlas alejadas de la calefacción.

Riego: Durante la primavera y el verano requieren cantidades moderadas de agua libre de cal de forma regular para que el sustrato permanezca húmedo (no encharcado). Desde que empieza a hacer frío hasta la llegada de la primavera la frecuencia del riego y la cantidad deben reducirse.

Abonado: El sustrato debe ser rico en humus y sobre todo con un drenaje excelente. El exceso de agua puede causar pudrición en el rizoma.
De marzo a agosto necesitan recibir abono para plantas verdes diluido en el agua de riego, o humus de lombriz espolvoreado sobre el sustrato. El abono se debe aplicar siempre sobre la tierra húmeda.

Plagas: Las calateas y Stromanthe no son muy propensas a sufrir plagas y hongos. No obstante, es importante vigilar la presencia de la araña roja y la cochinilla cerosa en el envés de las hojas.

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