Jacaranda mimosifolia

Nombre científico: Jacaranda mimosifolia .

Nombres populares: Jacaranda, palisandro, tarco.

Sinónimos: Jacaranda ovalifolia.

Familia: Bignoniáceas. 

Origen:América Central y del Sur.

Generalidades: La jacaranda es ideal para parques y jardines. En las regiones frías se cultivan en maceta y se tienen al aire libre sólo durante el buen tiempo, para recogerlas después en un lugar resguardado y luminoso, desde el otoño hasta la primavera; o bien se protegen con láminas de plástico y se recubre la base con un buen acolchado. Proceden del hemisferio sur, por ello, suelen brotar muy tarde, al igual que son de las últimas plantas en perder las hojas.

Características: Árbol caducifolio, con copa amplia y regular. Las hojas siempre están verdes, porque permanecen en la planta hasta la primavera siguiente, porque permanecen en la planta hasta la primavera siguiente. Son bipennadas, con 16 o más pares de divisiones principales. Las flores son muy vistosas, tubulares reunidas en panículas, son de color azul violeta y se abren en la segunda mitad de la primavera. Las hojas empiezan a aparecer cuando esta terminando la floración. 

Floración: Florece a finales de la primavera principios del verano, en algunas ocasiones vuelve a florecer en el atardecer.

Fruto: Cápsula oblonga o redondeada, leñosa, dehiscente (que se abre con la maduración).

Multiplicación: Por esqueje bien lignificado, que se extrae en verano, de unos 15 cm de longitud, que debe enraizar un sustrato a base de turba y arena a partes iguales, en un lugar resguardado y caldeado. Después de enraizar, las plantas se repican individualmente y después de efectuar sucesivos trasplantes, se plantan transcurridos 2 o 3 años, en primavera.

Tamaño planta adulta: Puede alcanzar hasta 15 metros de altura.

Iluminación: Requieren una exposición al sol directo y posiciones resguardadas de los vientos.

Temperatura: Tratándose de plantas delicadas, no soportan heladas prolongadas, sólo en períodos cortos hasta 4-5º bajo cero.

Trasplante: Se efectuá en primavera a macetas cada vez más grandes, sustituyendo y añadiendo la capa superficial del sustrato cuando el tamaño de la maceta dificulte el trasplante.

Riego: Es particularmente importante en los períodos de sequía y para las plantas cultivadas en maceta, regando con poca frecuencia y con abundantes cantidades de agua, aunque sin excederse, para no provocar un crecimiento de la planta demasiado tierno, es decir, poco lignificado.

Abonado: Abonar según el calendario con abono para árboles.

Podas: Eliminar las ramas secas, deterioradas o mal orientadas.

Enfermedades: Las plantas pueden presentar clorosis, que provoca el amarilleo de las hojas, causada por tierras o sustratos pobres en hierro o compactos.