Los frutales tropicales vienen de zonas de clima cálido. No aguantan el frío y pueden estropearse y no desarrollarse cuando la temperatura sea menor de 4°C.
Se pueden cultivar en zonas cálidas con temperaturas constantes.
El guayabo es un árbol muy apreciado como ornamental, especialmente las variedades rojas por sus llamativos frutos y hojas. Es ideal para jardines y un exótico complemento para cualquier finca agrícola.