Moringa

Nombre científico: Moringa oleifera

Nombre común: Moringa

Variedad: Árboles perennes

Familia: Moringaceae

Tamaño planta adulta: Puede alcanzar entre 4-10 metros de altura, con una copa extendida y ramificada.

Floración: Produce pequeñas flores blancas y fragantes que florecen durante todo el año en climas cálidos.

Hojas: Árbol perenne con hojas compuestas y de color verde brillante, ricas en nutrientes. Las hojas se utilizan frecuentemente en la cocina y medicina por sus propiedades saludables.

Tronco: El tronco es recto y puede ser algo delgado en comparación con otros árboles, con una corteza lisa de color gris claro.

Frutos: Produce vainas alargadas que contienen semillas nutritivas, conocidas por sus propiedades beneficiosas.

Iluminación: Prefiere pleno sol para un crecimiento óptimo.

Temperatura: Ideal para climas cálidos y tropicales, no tolera bien las heladas.

Trasplante: Puede trasplantarse en primavera, en suelos bien drenados. Se adapta a una variedad de suelos, aunque prefiere los suelos ligeros y arenosos.

Riego: Requiere riego regular durante los primeros años; una vez establecido, es bastante tolerante a la sequía.

Abonado: Beneficia de un abonado ligero en primavera para apoyar el crecimiento.

Podas: Se recomienda podar para mantener una forma ordenada y estimular un crecimiento saludable, especialmente después de la cosecha de hojas y vainas.

Plagas y Enfermedades: Generalmente resistente a plagas y enfermedades, pero puede ser susceptible a algunas enfermedades fúngicas en condiciones muy húmedas.

Usos en Jardinería: La Moringa es un árbol perenne altamente valorado por sus hojas nutritivas y propiedades medicinales. Ideal para jardines en climas cálidos, ofrece sombra y es un recurso alimenticio y medicinal valioso. Su bajo mantenimiento y su capacidad para crecer en condiciones variadas lo hacen ideal para jardines y huertos. También es excelente para el cultivo en contenedores en climas más fríos.